Por Elisa Grillo.
Un razonamiento lógico, es un proceso mental que implica la aplicación de la lógica. La lógica, por su parte, es la ciencia dedicada a la exposición de las formas, los métodos y los principios del conocimiento científico.
Cuando estamos frente a una situacion de enfrentamiento con alguien ¿utilizamos la lógica? o ¿simplemente reaccionamos según nuestras sensaciones? ¿Qué nos lleva a levantar la voz, irritarnos y finalizar en un estado alterado que puede durar, en algunos casos, varios minutos y en otras pueden transcurrir días? Si logramos que nuestro organismo se encuentre tranquilo, comenzamos a razonar y a usar la lógica ya que hacemos un proceso mental en donde podemos evaluar si ese accionar era el adecuado y hasta podemos llegar a la conclusión de que ni siquiera tendríamos que haber reaccionado por tal motivo o simplemente encontramos la posibilidad de aceptar que nunca tendría que haber sucedido tal acontecimiento.
Lo mismo sucede cuando nos encontramos con el desarrollo de nuestra vida diaria, permanentemente estamos expuestos a diferentes situaciones en donde somos contestatarios, demandantes, altruistas, introvertidos, soberbios, sensibles, alegres, tristes, etc.
Si observamos como procedemos en nuestros diferentes estados emocionales, nos encontramos con que hay un común denominador, procedemos de acuerdo a lo que sentimos. Nos conducimos por sensaciones. Estas sensaciones vienen del interior de nuestro cuerpo que simbolizamos y adquieren un significado, pero ese significado, no es el mismo para todas las personas, ya que la experiencia es personal. El significado de una palabra es mucho más que la descripción de un hecho que esta acompañado de nuestras sensaciones, a la vez internas y únicas de cada cuerpo sintiente.
Para hacerlo más gráfico daré un ejemplo: Si caminamos de día por un bosque acompañados con alguien, y a lo lejos observamos una figura que se acerca, las sensaciones que tendremos serán diferentes. Puede suceder que uno de los dos conozca a quien se acerca, mientras que el otro no sepa de quien se trata, por lo tanto las sensaciones serán diferentes. Una sentirá en su cuerpo la sensación de algo como de escalofrío o de incertidumbre o miedo por no saber de quién se trata, mientras que el otro tendrá la sensación de un calor, un cosquilleo en su cuerpo y sentirá alegría porque reconoce que quien se acerca es alguien conocido que hacía mucho que no veía. Más tarde, al describir lo vivido en el bosque, utilizaremos el lenguaje por medio de la palabra para describir lo sucedido y serán símbolos conocidos por quienes escuchan el relato, pero el significado de la experiencia interna de cada uno va ser diferente porque la experiencia siempre es personal.
Ludwig Josef Johann Wittgenstein (Viena, 26 de abril de 1889-Cambridge, 29 de abril de 1951) fue un gran filósofo, matemático, lingüista y lógico austríaco, posteriormente nacionalizado británico, reconoce que en el lenguaje ordinario la función descriptiva es una de las tantas funciones del lenguaje y que el dominio del significado es mucho más grande que el de la referencia.
Esto muestra que las sensaciones en nuestro cuerpo hablan de nuestra experiencia. La sensación interna en nuestro cuerpo es nuestra experiencia que es diferente en cada persona porque los estímulos que la afectan son diferentes, esto es lo que Gendlin llama Experiencing. “El experiencing es un proceso cambiante, orgánico, espacio-temporal, una corriente continua de sentimientos y unos pocos contenidos explícitos”.
Nuestro cuerpo registra sensaciones físicamente sentidas que van encadenando un continuo temporal, ya que nuestro cuerpo registra experiencias a modo de sensaciones.
Entonces, teniendo en cuenta lo escrito en párrafos anteriores sobre la lógica y el razonamiento, podemos decir que como no contamos con pausas que nos permitan poner nuestra atención interna para encontrar una sensación concreta y definitiva de lo que quiere decir, finalizamos con significados que son solo referencias objetivas y lógicas a las palabras que pronunciamos. La realidad es que reaccionamos de la forma en que lo hacemos a causa de la sensación experiencial que acompaña a lo que observamos, el experiencing.
El experiencing volviendo al ejemplo del bosque, es aquello que se forma a través de lo sentido en nuestro cuerpo, es esa sensación que es pre-lógica y que implícitamente tiene un significado. La sensación sentida (felt –sense), es aquello que se siente en las vísceras, en el pecho o garganta, o en algún lugar específico situado en medio del cuerpo. Si nos permitimos hacer una pausa y formar esa sensación sentida, ese referente directo, veremos que no tiene un único significado, que al principio puede aparecer como algo no muy claro, imágenes que pueden venir y esfumarse, sensaciones diferentes en el cuerpo hasta que emerge una única sensación que es aquella que engloba todo lo que estábamos sintiendo y podemos darle un significado.
Este significado se forma con el entramado del experiencing y la sensación sentida, por lo tanto el significado es primordial en la conducta y en la formación de significados. Estos significados son distintos en cada persona porque como mencione, la experiencia es de cada uno. Cada vez que estamos en contacto con nuestra sensación sentida, nos encontramos con lo implícito, con aquello que quedo marcado de la experiencia vivida en nuestro cuerpo.
Para comunicarnos a través de las palabras a las cuales queremos darle un significado, tenemos que estar en contacto directo con nuestra experiencia.
La sensación sentida es una sensación corporal, pero no se trata de una mera sensación física semejante a un cosquilleo o un dolor. Es la sensación física de algo con significado, de una complejidad implícita.
El experiencing esta implícito cuando mencionamos términos como “esto” o “algo” ese significado es pre-conceptual pero consciente. El experiencing tiene un significado implícito y se percibe antes que pueda ser conceptualizado. Cuando tenemos un dato nítido, que la persona siente organísmicamente, una palabra indefinida, una sensación significativa, el concentrarse en lo que se va a decir, el hacer una pausa, esto es aproximarse al referente directo.
El referente directo no debe confundirse con la sensación sentida (felt-sense) porque ésta solo se relaciona con el aspecto físico y corporal, mientras que el referente directo es el aspecto que nos sugiere el significado implícito de esa sensación. El referente directo es lo que da forma a un significado implícito, es el motor que genera el devenir de algo significativo. Cuando se lo permitimos, el referente directo se forma, pero en esta transición que es inestable porque parece que se forma pero luego se diluye, si podemos asignarle una cualidad, logramos el asidero.
Conclusión:
En este artículo intento que tengamos una mejor comprensión del Focusing, de este modelo científico que nos aportó Eugene T. Gendlin demostrando que nuestro cuerpo es un registro de todo aquello que sentimos y creemos no tener respuestas. Si podemos aceptar que en cada una de las partículas de nuestro cuerpo hay una sensación y una experiencia para ser simbolizada, veremos que hay un motor interno que propulsa siempre en dirección del bienestar.
Para acceder a aquello que está en lo implícito, debemos utilizar la pausa. Sabremos entonces que el significado de “eso” está en nosotros y que nos permitirá comprender el verdadero sentido de lo que nos pasa.
Cuando comprendemos que los significados provienen no solo de lo lógico sino también de lo corporalmente sentido y de la interacción entre el significado y la simbolización de la experiencia vivida, lograremos el cambio construido desde una nueva mirada.
Elisa Grillo